La mayoría de empresas implementaron su modelo de negocio hace muchos años, algunas de ellas nacieron cuando todavía no existía internet, todas han tenido que adaptar sus estrategias en función de las nuevas circunstancias del mercado para mantener su competitividad.

La nueva realidad desde hace años es internet, la evolución de esta tecnología ha repercutido en todos los estamento de nuestra sociedad. Las empresas no han sido menos, la llegada de internet ha supuesto la necesidad de implantar estrategias disruptivas con el fin de adaptar su operatividad a los nuevos tiempos.

La inversión en I+D ha sido determinante en las grandes empresas, está demostrado que los recursos destinados a la innovación y desarrollo generan grandes beneficios a medio y largo plazo.

El principal problema de las empresas que nacieron antes de internet ha sido el de su transformación digital.

Es muy difícil modificar toda la dinámica de una gran empresa y adaptarla a un entorno digital, más si es una empresa con décadas de experiencia basada en un entorno físico como es el caso de los comercios de alimentación.

Tanto las empresas dedicadas a la alimentación como las de la moda han fijado sus estrategias basándose en modelos previos al nacimiento de internet, la mayor parte de sus recursos ha ido destinados a la presencialidad de los consumidores, usuarios o clientes.

Transformar digitalmente una de estas empresas es un proceso que puede durar años, dependiendo de su tamaño.

La transformación digital no significa renunciar al modelo de negocio establecido previamente, es una oportunidad para generar mayor alcance en cuanto a clientes y ventas se refiere.

 

Transformación digital

 

Tomando como referencia el caso de las cadenas alimenticias ya son muchos los casos de éxito documentados hasta la fecha. Estas empresas han sabido detectar las nuevas oportunidades que les ha brindado internet y han aprovechado las nuevas tecnologías para aumentar las ventas utilizando plataformas digitales como las desarrolladas para las ventas en línea.

Todos conocemos tiendas que hasta hace unos años solo vendían de forma presencial y en la actualidad ya cuentan con canales digitales mediante los cuales el cliente puede realizar compras desde su computador o dispositivo electrónico sin necesidad de desplazarse hasta la tienda física. En unos minutos el usuario puede finalizar la compra y tan solo tiene que esperar que el producto o servicio sea entregado en el lugar designado.

Esta circunstancia ha propiciado que personas a las cuales les resultaba imposible comprar por la lejanía de su lugar de residencia respecto a una tienda física determinada, ahora puedan acceder a infinidad de productos y servicios con los consabidos beneficios para ambas partes. Estas nuevas sinergias han generado efectos muy positivos en empresas de servicios tales como las de almacenamiento, distribución y envío de mercancías.

Internet ha sido determinante para la reactivación económica de muchos países y sectores empresariales, es sin duda la tecnología que mejor define lo que se conoce mundialmente como globalización.

La mayor red de comunicación conocida hasta el momento ha mejorado la productividad de las empresas, también ha facilitado la optimización operativa de negocios grandes y pequeños.

Internet ha supuesto un salto tanto cualitativo como cuantitativo en todos los sentidos, ha permitido aumentar la diversidad de un mercado que antes de su existencia estaba protagonizado por grandes corporaciones, empresas con muchos recursos que lideraban los nichos de mercado haciendo imposible que los nuevos negocios pudieran competir. Se ha vuelto un canal de comunicación tan masivo que es imposible plantear un modelo de negocio sin esta avanzada tecnología.

 

Planificación

Una vez finalizada la fase de estudio se puede iniciar la implementación de la estrategia definida en el plan de negocio con el objetivo de materializar todo el proceso mediante la creación del nuevo proyecto.

Partiendo de la base de un proyecto digital es necesario conocer los diferentes escenarios posibles.

Dependiendo del tipo de servicio o producto a vender se puede elegir entre varias plataformas, las más extendidas y consolidadas en la actualidad son los sitios web corporativos, los ecommerce, las APPs, los marketplaces.

Todos ellos tienen como fin la venta de productos o servicios de forma directa o indirecta.

Algunas excepciones son las instituciones públicas, gubernamentales o de índole social sin ánimo de lucro como es el caso de las ONGs o fundaciones.

De igual forma como se ha mencionado anteriormente, para elegir el tipo de medio o plataforma digital mediante el cual se pretende vender es importante analizar las diferentes características de cada uno de los disponibles a día de hoy.

Dando por hecho que toda empresa debe tener presencia digital es importante definir en qué ecosistema encaja mejor su modelo de negocio.

Aunque a través de internet es posible vender todo, es importante analizar qué medio puede beneficiar más los intereses de la empresa.

Un sitio web corporativo es la base de cualquier negocio digital, este tipo de plataformas tiene la cualidad de ser escalable lo que se traduce en que puede transformarse en un ecommerce.

 

Marketing

 

Gracias a los avances en desarrollo se puede adaptar el sitio web a las nuevas tendencias o necesidades del mercado.

A través de un ecommerce se pueden vender bienes materiales e intangibles. Un ejemplo de ambos es Amazon, que vende tanto productos físicos como servicios. Aunque inició su actividad empresarial vendiendo libros, este gigante de internet ha ido evolucionando con el fin de diversificar su negocio, siendo en la actualidad una de las mayores tiendas en línea además de contar con servicios en la nube y estar en proceso de introducción en nuevos nichos de mercado.

El método de ventas más seguro y profesional es sin duda aquel que se basa en una plataforma propia como es el caso de un sitio web. Depender de terceros puede ser un riesgo dado que no se tiene el control total del modelo de negocio.

Poniendo un ejemplo, en el supuesto de utilizar las redes sociales para generar ingresos se pueden dar casos singulares, desde el cambio en las políticas y condiciones de uso hasta el más extremo que puede ser el cierre de la red social.

Ambas circunstancias son incontrolables, suponen un grave perjuicio para los intereses de la empresa y pueden repercutir en el peor de los casos en el cierre definitivo del negocio.

Hay casos documentados de empresas que han apostado solo por las redes sociales como canal de ventas y han tenido que cambiar su estrategia de negocio porque las directrices de la red social han cambiado y se les ha restringido su actividad habitual.

Desde la experiencia es importante afirmar que las redes sociales deben ser un complemento o medio para ampliar la difusión del negocio, no deben ser la base de la estrategia.

Es muy positivo contar con audiencia proveniente de las redes sociales, lo ideal es canalizar el tráfico hacia el sitio web, tienda online o APP.

También es importante centrar la estrategia en la red social más oportuna para el negocio y evitar crear perfiles de forma indiscriminada.

El modelo de negocio tradicional en su versión física es extrapolable al digital, la estrategia es similar en ambos casos.

El análisis del producto, competencia y cliente parten de la misma premisa, solo cambia el medio de comunicación, el canal de difusión y venta.

Google es el principal aliado de los sitios web y tiendas online, su buscador recibe cada minuto millones de consultas, es el portal más utilizado por los usuarios de internet por lo que es importante tener nociones de cómo funciona para poder posicionar el sitio web entre los primeros resultados de búsqueda.

Cuando realizamos una búsqueda en Google lo primero que hacemos es escribir un término o frase, a esto se le denomina palabra clave. Al ejecutar la consulta el buscador responde con un listado basado en sus algoritmos, los cuales sirven para crear un ranking de resultados basados en múltiples criterios, dicho ranking se ve reflejado en una lista de resultados en modo de enlaces, estos enlaces dirigen el tráfico a los diferentes sitios web de su base de datos.

Si el sitio web no se posiciona entre los 10 primeros de Google no generará un gran número de conversiones y por lo tanto no producirá ingresos relevantes a través de este medio.

La primera posición de Google es la que más tráfico y conversiones genera a los sitios web, es la más codiciada y competida. Las visitas se reducen de forma exponencial a partir de la cuarta posición siendo la posición 20 la que recibe el menor número de visitas con menos del 1%.

Los resultados de este tipo de búsquedas se denominan orgánicos, para que un sitio web o tienda online ocupen los puestos privilegiados es necesario implementar estrategias SEO también denominadas de posicionamiento web.

Lo importante es que el sitio web se posicione en el lugar más alto posible por el mayor número de palabras clave relacionadas con el negocio, producto o servicio.

 

Marketing

 

Durante los primeros meses de actividad el negocio recibirá poco tráfico orgánico proveniente de los buscadores de internet, hasta que no se publique un volumen de contenido importante no se verán resultados.

Internet está lleno de recursos de fácil implementación, si en el periodo inicial no se consiguen las conversiones esperadas se puede optar por la publicidad digital.

Tanto Google como las diferentes redes sociales ofrecen a los usuarios herramientas que permiten captar el tráfico y generar las conversiones necesarias, las más populares son Google Ads, Facebook Ads y Twitter Ads. Son servicios de publicidad patrocinada dirigidos a potenciales anunciantes.

El uso de estas herramientas es gratuito, para utilizarlas es necesario tener nociones en marketing y publicidad digital.

A través de estas herramientas digitales los usuarios pueden crear anuncios en diferentes formatos, basta con crear una cuenta en cualquier plataforma de las mencionadas, configurar la estrategia y definir el presupuesto.

El pago de los anuncios depende de la configuración de la campaña, el más habitual es PPC. Consiste en que el anunciante paga por cada clic que el usuario realiza en el anuncio.

Las campañas se pueden segmentar en función del público objetivo, en el caso de Google Ads los anuncios pueden aparecer en la página de resultados del propio buscador, en plataformas y sitios web de terceros.

 

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