Casos de explotación laboral se han dado en todas las épocas y países, el abuso de algunos empresarios sin escrúpulos hacia los trabajadores se ha ido controlando gracias a los reclamos de los empleados, la fuerza de los sindicatos y la refrendada de los derechos laborales mediante decretos legislativos. La progresiva mejora de las condiciones laborales se ha conseguido a lo largo de muchos años de lucha por parte de los trabajadores, en este sentido la sociedad ha avanzado mucho en las últimas décadas, aunque queda todavía mucho por hacer.

En muchos sectores empresariales se cometen actos tan injustos como ampliar el horario de trabajo incumpliendo los convenios, contratos y la legislación vigente de cada país. Todos conocemos a algún familiar o amigo al que le hacen trabajar más horas de las pactadas, a excederse en las funciones para las que se le ha contratado e incluso en algunos casos ni siquiera pagarle como horas extra aquellas que le corresponden por ley. El problema se ha mantenido en mayor o menor medida a lo largo de muchos años fruto de la mala fe con la que se comportan algunos empresarios.

Casos tales como contratar a media jornada para luego hacer que el trabajador realice sus labores como si de una jornada completa se tratase, o que un empleado realice sus tareas sin contrato es conocido por todos, por suerte son una minoría de casos y las administraciones públicas siguen muy de cerca a quienes incumplen con la legislación laboral de cada país. Las sanciones pueden ser millonarias en caso de que un empresario cometa algún delito laboral tipificado en la legislación vigente.

El empleado en estos casos suele sentirse desamparado consciente de que si denuncia cualquier abuso o incumplimiento por parte del empleador puede ser despedido y perder los ingresos que le permiten su sustento e incluso el de su familia. El trabajador se encuentra en una situación muy vulnerable porque de sus ingresos depende su estabilidad y la de su familia motivo por el cual en la mayoría de ocasiones prefiere someterse a una condiciones de trabajo del todo injustas y en algunos casos ilegales.

 

Teletrabajo, trabajo a distancia

El teletrabajo

La pandemia ha obligado a millones de ciudadanos a confinarse en sus domicilios durante mucho tiempo, algunas empresas han optado por el teletrabajo para mantener la actividad, esto ha repercutido en las rutinas de los empleados y también en la gestión de la actividad de la empresa. Ha sido necesario adaptar el entorno familiar a la actividad laboral, madres, padres e hijos han tenido que cambiar su día a día de forma repentina sin ni siquiera poderlo planificar con tiempo.

El teletrabajo ha sido la salvación de muchas empresas que han podido implementar una serie de recursos con el objetivo de ayudar a los empleados a realizar sus funciones desde un computador, gracias a internet ha sido posible que muchas empresas hayan podido subsistir y que millones de empleados sigan trabajando.

Lo que en un principio era viable y una mejora en las rutinas diarias de los empleados en algunos casos se ha convertido en un auténtico calvario porque de un horario laboral fijo se ha pasado a jornadas de teletrabajo interminables.

A las dificultades de trabajar en un lugar que previamente no ha podido ser acondicionado para tal efecto se le han unido otros problemas como que varios componentes de la familia tengan que compartir espacio con las consecuentes molestia que ello ocasiona especialmente por las constantes reuniones de trabajo en formato de vídeo a las que las empresas someten a los empleados.

Otra situación que manifiestan parte de los empleados que realizan sus tareas en la modalidad de trabajo a distancia es que la carga de trabajo ha aumentado de forma considerable lo cual ha supuesto un grave perjuicio en lo que a horario de trabajo se refiere. Algunos directivos fruto de la desconfianza o aprovechando las circunstancias han decidido aumentar las tareas a quienes trabajan a distancia con la errónea creencia de que así compensan las posibles ausencias por parte del trabajador en su horario habitual cuando lo que deberían hacer es implementar las herramientas de productividad online que ya son habituales en los países más avanzados.

Una porcentaje importante de los trabajadores a distancia afirman que sus condiciones han empeorado desde que trabajan fuera del lugar habitual de trabajo a causa del incremento de la carga de trabajo y de las constantes reuniones online, un número considerable de empleados sostiene que el teletrabajo les ha perjudicado y ha empeorado su calidad de vida, cuando debería ser todo lo contrario.

El excesivo número de reuniones que los empleados tienen que atender a lo largo del día en la modalidad de teletrabajo está repercutiendo incluso en su productividad, algo sin precedentes y de lo cual algunos empresarios deberían reflexionar profundamente para evitar el agotamiento tanto físico como psicológico de los trabajadores que realizan sus tareas en la modalidad de teletrabajo.

No menos importante es la situación creada por la improvisación de algunas empresas y la poca empatía con los empleados que realizan su trabajo a distancia a la hora de adaptar su modelo de gestión y los recursos disponibles para mejorar las condiciones de trabajo y hacer más eficiente algo que en principio parecía una solución que beneficiaba a ambas partes.

El teletrabajo bien implementado cuenta con muchas ventajas tanto para el trabajador como para el empleador, se ahorran costes corrientes como el alquiler de locales de trabajo en el caso de modalidades laborales que permiten realizar la actividad a través de medio digitales, también es beneficioso para el medio ambiente y permite ahorrar mucho tiempo en desplazamientos hacia y desde el logar de trabajo. La conciliación del trabajo con la vida familiar es otra ventaja que tiene el trabajo en línea respecto al presencial si se procede a su implementación con sentido común.

Para que el teletrabajo sea factible tan solo es necesario adaptar el horario laboral habitual a esta nueva modalidad, el trabajador debe realizar su actividad con la misma eficacia que en el modo presencial, así mismo el empresario debe respetar el horario acordado mientras el empleado cumpla con su cometido. Hay herramientas digitales capaces de monitorear de forma muy avanzada la productividad de un empleado que realiza sus labores en la modalidad de teletrabajo, algo que ya se lleva implementando en los países más desarrollados.

En estos países más desarrollados el modelo productivo basado en la presencialidad, en una hora de entrada y otra de salida, es algo obsoleto desde hace años. Los avances tecnológicos les permiten realizar un seguimiento pormenorizado de la actividad del empleado, así mismo las herramientas digitales con las que cuentan sus empresas ayudan a monitorear el rendimiento y la productividad de forma más eficaz que si del trabajo presencial se tratase.

Para que el teletrabajo se establezca de forma definitiva y para poder aprovechar su ventajas es necesario que las empresas implementen herramientas que permitan mejorar el rendimiento de la empresa sin afectar los derechos laborales que los trabajadores tienen reconocidos por ley como son un horario razonable y su tiempo de descanso.

 

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