Es sencillo, uno prende su móvil, ingresa a Twitter y en segundos está leyendo las noticias elegidas de acuerdo a los propios gustos y preferencias. Sin embargo esta plataforma está en la mira debido a la gran viralización de las denominadas “Fake News”, es decir, artículos que se difunden por las redes sociales para desinformar o engañar a los usuarios.

De acuerdo a un relevamiento difundido en 2016 por el sitio “Tendencias Digitales”, el 56 por ciento de los latinoamericanos tiene una cuenta de Twitter. De ellos, el 73 por ciento utiliza la red social para leer contenidos, mientras que el 65 por ciento aseguró usarla para buscar información e informarse sobre temáticas de actualidad. Asimismo, un estudio reciente del “Pew Research Center (PRC)” indica que el uso de las plataformas como Facebook o Twitter aumenta en los países en desarrollo.

Estos datos muestran el impacto y el alcance que puede tener un contenido difundido en Twitter. Por supuesto, esto no escapa a los grandes multimedios- que han aprovechado la instantaneidad de la información- ni tampoco a los políticos- quienes han sabido realizar anuncios y hasta comenzar pleitos con opositores para calentar campañas electorales.

Un ejemplo emblemático fue el que ocurrió este año en Estados Unidos, en el que los ejecutivos de Twitter tuvieron que dar explicaciones ante el Congreso de ese país por las acusaciones que indicaban que se habían armado campañas de manipulación durante el último proceso electoral. A partir de este hecho, la plataforma reforzó los controles sobre anuncios de temas candentes.

Los llamados “bots” y “trolls” también son parte de la partida a la hora de generar, posicionar o desmerecer contenidos. De acuerdo a un informe de “Chequeado.com” (2017) “cuando el presidente de Argentina, Mauricio Macri, presentó su nueva plataforma de Gobierno el 30 de octubre último más de 15 mil cuentas participaron de la conversación en Twitter. En total generaron más de 90 mil mensajes y 10 mil retuits. Pero al menos el 3% de esas cuentas -casi 600 supuestas “personas”- se comportó como un ‘bot’ haciendo casi el 10% de los tuits totales”.

Finalmente, los medios de comunicación están presentes en la plataforma como difusores de sus propias noticias. Sin embargo, también toman a la red como fuente de información y la viralizan en sus canales de televisión o Youtube, radios, diarios, sitios web, etc. Esta tendencia en Argentina se hace fuerte a la hora de hablar de acontecimientos que tienen lugar en el extranjero, de acuerdo a un informe elaborado por la “Defensoría del Público” (2018) y en pos de captar determinadas audiencias, como es el caso de las juveniles, que optan por las redes sociales frente a los clásicos noticieros.

Ante este panorama es difícil confiar ciegamente en lo que se publica a través de Twitter. Tener una mirada crítica y buscar otras fuentes de información pueden ayudar y evitar la apocalíptica frase de Howard Rheingold, quien en su libro “Net Smart: How to thrive online” subraya que informarse solamente por medio de las redes puede significar “un acto prácticamente suicida y poco aconsejable”.