Las redes sociales son nuevos espacios de sociabilización donde los usuarios difunden, muchas veces, aspectos de su vida cotidiana. Esto ocurre especialmente en plataformas como Facebook e Instagram donde la imagen es prioritaria a la hora de subir un contenido. Y aquí es donde comienza a jugar el factor de los cannones de belleza tan impuestos en las sociedades de consumo, donde todas las personas deben tener cuerpos esbeltos, ser bonitas y hasta sexies. Ahora, ¿qué ocurre cuando quienes aparecen en las redes no responden a estos estereotipos?
Dos conductas han surgido a partir de esta realidad. El primero es el de “body shaming” que se podría traducir como “vergüenza de nuestro cuerpo”, en el que los usuarios critican y se burlan de los defectos físicos de los otros. Por otra parte, están los “haters” quienes utilizan las plataformas para insultar y opinar de forma destructiva.
«Creo que existen los ‘haters’ por el anonimato que les da las redes sociales. Considero que si la gente tuviera que dar la cara no tendríamos este fenómeno, de hecho, por la calle nadie me dice: ‘qué gorda estás’. Sabemos que en algunos casos ha llegado a dañar mucho a las personas que se les ha hecho este tipo de acoso. Porque es acoso. También creo que son un reflejo del sentimiento de envidia. Quizás una muestra de la rabia de gente que no es completamente feliz con su vida y ataca a los demás, como vía de escape», explica Natalia Cabezas, autora de Trendy Taste en una entrevista con el sitio Bazaar (2018).
Frente a estos comentarios de odio y desprecio, se han tomado ciertas acciones en pos de disminuir estas conductas. Un ejemplo es lo que ocurre en Alemania donde se ha sancionado una ley que obliga a las empresas a analizar los contenidos que sean denunciados por los usuarios y, si es preciso, hacer que no sean visibles en menos de 24 horas. De acuerdo al periódico «Süddeutsche Zeitung», durante los primeros seis meses del 2018 Facebook reportó 886 denuncias sobre 1.704 contenidos, de los que 362 fueron bloqueados, un 21 por ciento, principalmente por difamación y delitos de odio. Twitter, por su parte, recibió 264.816 quejas que resultaron en 28.645 contenidos bloqueados.
Los usuarios también reaccionan. Y lejos de continuar con las guerras de odio elijen burlarse y demostrar que la belleza no puede estar atada a ciertos parámetros. Tal es el caso de Loey Lane, una joven estadounidense que brinda consejos de maquillaje y vestuario para mujeres con sobrepeso. Lane, además, revolucionó las redes con su video “Why fat girls shouldnt war bikinis? (¿Por qué las chicas gordas no deberían usar bikinis?)” en las que luce diferentes modelos y expone los argumentos que las personas le han dado para no utilizar esa prenda.
Otro ejemplo es el de Mar Tarrés, humorista argentina y dueña de una marca de ropa destinada a mujeres “extra large”, en la que ella misma es la modelo publicitaria. La joven, además, maneja las redes sociales para reírse de los comentarios ofensivos y para organizar “Gordazos” frente a discotecas o bares que discriminan a las personas con sobrepeso.